El amor siempre
tocará a tu puerta.
Cuando no crees que suceda
inesperadamente llega.
A veces
no es ese amor pasional
sino uno tranquilo, suave.
donde fluye sin tropiezo
y los gestos son sutiles.
A veces es una palabra
otras es una mirada.
El amor puede ser esquivo.
Ocasionalmente
nos hace el juego
y nos hace esperar.
A veces, lo dejamos detrás
por tontos o ciegos.
Bueno, no solo a veces
casi siempre es así.
Somos soberbios, creidos
y dejamos lo valioso
sin darnos cuenta del error
El amor, siempre toca tu puerta
solo que a veces,
no lo dejas entrar por miedo.
Se pasa el tiempo y sufrimos
diciendo que nunca llegó
cuando fuimos nosotros
quién no le abrió el corazón.
A veces… Siendo otoño
donde crees que ya se acabó
cualquier oportunidad
de hallar un corazón
como el tuyo,
entiendes que
es el momento perfecto
para encender la chimenea
tomar un chocolate caliente
y abrir la puerta a ese amor
que tanto tiempo esperó
Por ti.
Y entiendes todo.
Esperábamos este momento
para cosechar el amor
ya maduro, distinto, sabio.
Sólo esperaba el otoño
para limpiar, renovar y
darle paso a la belleza
del amor cómplice
del amor amigo
del amor tranquilo.
Y con una pasión madura
en el mejor de los casos
en un corazón
que ya está listo para vivir.
Tania Mauri Macareño.
