Me perdí

Yo sé que me perdí,
deje de ver las estrellas
que titilantes bailaban
en las cálidas noches de verano.
Olvide el olor que desprendían
las flores de mi jardín,
convertí días soleados
en cielos grises y fríos,
me oculte tras el olvido
haciendo mis días sombríos.
Yo cerré las ventanas del pasado
buscando dejar atrás el eco
de recuerdos aciagos.
Me reinventé cada día
con la misma cadencia
del Bolero de Ravel
con su ritmo y tempo Ostinato
en su insistente repetición instrumental.
Me perdí en la niebla
de una fría mañana de junio
entre pensamientos huidos
y deseos marchitos,
entre sueños inconclusos y silenciados
por evitar al testigo acusador
que aparece cada tanto en mi cerebro.
Me perdí en las arenas doradas
por las que transité,
en esas dunas inaccesibles,
resbaladizas, engañosas
para aquellos que osan
tratar de cruzar con éxito
ese mar de arena que se pierde,
que no tiene fin aparente.
Busque la libertad y terminé
encerrándome a mí misma
en mi mundo pequeño y raro,
y aún cuando se que estoy perdida
lo prefiero a regresar mis pasos.

Voto por vivir una aventura extraordinaria y sin atajos.

Tania Mauri M.

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